5 formas sencillas de destapar los oídos.La sensación de tener los oídos tapados puede ser incómoda, desconcertante e incluso afectar el equilibrio y la audición. Esta molestia puede surgir por diversas razones, como cambios de presión, acumulación de cerumen (cera), infecciones, alergias o agua atrapada.
Afortunadamente, en muchos casos, existen métodos caseros simples y seguros para aliviar esta obstrucción. A continuación, exploramos cinco formas sencillas de destapar los oídos, cuándo usarlas y qué precauciones debes tener.
1. Maniobra de Valsalva: equilibrando la presión del oído médio
Una de las causas más comunes de oídos tapados es el cambio de presión atmosférica, por ejemplo, al volar en avión, bucear o conducir por zonas montañosas. En estos casos, la trompa de Eustaquio (el conducto que conecta el oído medio con la garganta) puede bloquearse, causando una sensación de taponamiento.
Cómo hacerlo:
Cierra la boca.
Pellizca tu nariz.
Intenta exhalar suavemente por la nariz sin dejar salir el aire (como si inflaras un globo).
Esto genera presión en la parte posterior de la nariz y puede ayudar a abrir la trompa de Eustaquio, equilibrando la presión y destapando los oídos.
Precauciones:
No lo intentes con fuerza excesiva, ya que podrías dañar el tímpano.
No lo hagas si tienes una infección activa en el oído o congestión nasal severa.
2. Uso de vapor o ducha caliente: aliviar con humedad
Otra causa frecuente de oídos tapados es la congestión nasal debido a resfriados, alergias o sinusitis. En estos casos, la mucosidad puede obstruir la trompa de Eustaquio. El vapor puede ayudar a aflojar la mucosidad y mejorar la circulación del aire.
Cómo hacerlo:
Toma una ducha caliente durante 10-15 minutos.
Inhala profundamente el vapor con la nariz y exhala por la boca.
También puedes llenar un recipiente con agua caliente, cubrir tu cabeza con una toalla e inhalar el vapor durante unos minutos.
Beneficios adicionales:
Alivia la congestión de los senos paranasales.
Puede ayudar a abrir los oídos de forma gradual y sin dolor.
Consejo adicional: Agregar unas gotas de aceites esenciales como eucalipto o menta al agua puede potenciar el efecto descongestionante.
3. Aceite tibio para disolver el cerúmen
El exceso de cera puede endurecerse y bloquear el canal auditivo, especialmente si se ha empujado hacia adentro con hisopos. Una forma efectiva y segura de ablandar esta cera es usar aceite tibio.
Cómo hacerlo:
Calienta unas gotas de aceite de oliva, aceite mineral o aceite para bebé (asegúrate de que esté tibio, no caliente).
Acuéstate de lado con el oído afectado hacia arriba.
Aplica 2–3 gotas en el oído y permanece acostado por 5–10 minutos.
Luego, gira la cabeza para dejar que el aceite y la cera salgan.
Precauciones:
No lo intentes si sospechas una perforación del tímpano o tienes dolor intenso.
No uses objetos para extraer la cera manualmente.
Este método puede requerir varios días de aplicación para resultados completos.
4. Ejercicios de deglución o masticación
Masticar chicle, bostezar o tragar puede ayudar a abrir la trompa de Eustaquio, especialmente si el taponamiento es por cambios de presión o congestión leve. Estos movimientos provocan contracciones musculares que ayudan a abrir el conducto auditivo medio.
Ejemplos prácticos:
Mastica chicle sin azúcar durante varios minutos.
Bosteza de forma intencional varias veces.
Bebe agua lentamente, trago a trago.
¿Cuándo funciona mejor?
Durante vuelos o ascensos/descensos rápidos.
Al despertar con los oídos tapados por congestión nasal.
Este método es completamente natural, seguro y puede utilizarse tantas veces como se necesite.
5. Técnica de irrigación con jeringa de goma (para cerumen)
Cuando el cerumen bloquea completamente el canal auditivo y los métodos anteriores no funcionan, puedes recurrir a una irrigación suave con agua tibia. Este método ayuda a expulsar el tapón de cera.
Cómo hacerlo:
Llena una jeringa de bulbo de goma con agua tibia (nunca caliente).
Inclina la cabeza sobre un lavabo y tira suavemente del lóbulo de la oreja para enderezar el canal auditivo.
Aplica el agua con suavidad, dejando que salga libremente.
Repite si es necesario, y luego seca el oído cuidadosamente.
Consejo: Puedes aplicar unas gotas de aceite un par de días antes para ablandar el cerumen y facilitar su extracción.
Advertencia: No lo realices si tienes dolor, sangrado o antecedentes de perforación de tímpano. Es preferible que sea realizado por un profesional de salud si no estás seguro del procedimiento.
Cuándo acudir al médico
Aunque estos métodos son efectivos en la mayoría de los casos, hay situaciones en las que es mejor consultar con un profesional:
- Dolor de oído persistente o agudo.
Secreción, sangrado o fiebre.
Pérdida de audición prolongada.
Sospecha de cuerpo extraño en el oído.
Sensación de presión que no mejora tras varios días.
Un otorrinolaringólogo puede evaluar el canal auditivo con un otoscopio y, si es necesario, realizar una limpieza profesional o recetar tratamiento médico.